En los años 50, algunos científicos observaron que el titanio era capaz de unirse muy fuertemente al hueso, y llamaron a esta característica “osteointegración”.
Después de muchos años de estudio e investigación, se desarrolló una forma de tratamiento para los pacientes con pérdida de dientes mediante la sustitución de los dientes ausentes por cilindros de titanio implantados en el hueso (implantes), que actuaban como “raíces” artificiales sobre las que se podían fijar prótesis dentales. Los estudios demostraron que era un tratamiento con un alto índice de éxito, por lo que su uso se fue generalizando por todo el mundo. Ya hay pacientes que llevan más de 40 años con prótesis sobre implantes dentales.
La osteointegración ha revolucionado la forma en la que pueden ser tratados los pacientes que han perdido sus dientes, siendo, para muchos de ellos, el mejor tratamiento al que pueden optar.
Si usted, como millones de españoles, ha perdido uno o más dientes, ya estará familiarizado sobre las desagradables consecuencias de la pérdida dentaria: pérdida de una sonrisa bonita, incomodidad y falta de confianza por el uso de prótesis removibles y dificultades y molestias para masticar.
Casi todos los pacientes que han perdido dientes son candidatos a su reposición mediante implantes. Se necesitará un estudio previo para conocer la idoneidad de cada caso. |
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Los implantes están indicados para pacientes que han perdido un solo diente, varios dientes, o todos los dientes |
Antes de la aparición de los implantes, la odontología tradicional reponía los dientes perdidos mediante el uso de “puentes” o prótesis removibles, pero estos tratamientos tenían sus inconvenientes y problemas.
Los “puentes” requieren tallar (“desgastar”) los dientes vecinos, para permitir una sujeción estable del diente o los dientes artificiales.
Las prótesis removibles, de uno, varios o todos los dientes, pueden en ocasiones ser muy incómodas e inestables, pudiendo provocar úlceras (“heridas”) en la encía, o dificultad para hablar o masticar.
Dos ejemplos de prótesis removibles, de metal y de resina |
Otro problema, poco conocido, ocasionado por la pérdida de los dientes es la atrofia o pérdida progresiva de parte del hueso del maxilar o de la mandíbula. Este proceso comienza semanas después de la pérdida del diente, y puede avanzar progresivamente a lo largo de los años, dificultando la estabilización de las prótesis removibles y provocando problemas estéticos importantes en la cara del paciente.
Después de la pérdida del diente se produce una pérdida progresiva del hueso donde estaba alojada su raíz. |
En ocasiones la atrofia del hueso impide la colocación de implantes si no se realiza previamente una reconstrucción con un injerto de hueso. |
La pérdida de hueso y la dificultad del tratamiento tienen relación con la causa de la pérdida del diente. Habitualmente, los casos que tienen más dificultad por mayor pérdida de hueso son los que el diente ha tenido que ser extraído por una fractura de su raíz |
Los enormes avances realizados en la medicina y la odontología en los últimos años, han permitido solucionar muchos de estos problemas mediante los implantes dentales.
El tratamiento de implantes dentales tiene dos partes.
En la primera parte del tratamiento, un cirujano coloca el implante, en el lugar donde estaba la raíz del diente perdido. En la mayoría de los casos el procedimiento quirúrgico se realiza con anestesia local, acompañada de una ligera sedación para que el proceso sea más cómodo para el paciente. Los implantes se colocan en el hueso mediante una técnica quirúrgica delicada y precisa. Habitualmente hay que esperar tres meses, a que se produzca el proceso de integración del implante (“fijación” del implante al hueso), antes de poder utilizarlo. Mientras tanto el paciente puede llevar una prótesis provisional convencional, para ayudar a disminuir el problema estético o funcional de la falta de dientes.
En la segunda parte del tratamiento, un dentista y un técnico de laboratorio, fabrican la prótesis que será fijada a los implantes. Los implantes dentales pueden permitir reemplazar la pérdida de uno, varios dientes o todos los dientes.
Su cirujano y su dentista, trabajando en colaboración, le informarán de cuál es el tratamiento más recomendable para usted. En la Clínica Baladrón solo se realiza la primera parte del tratamiento (la colocación del implante). Siempre será necesaria la colaboración de su dentista, para la fabricación y colocación de la prótesis sobre los implantes.
Los implantes dentales son una solución segura, efectiva y altamente predecible (con un alto índice de éxito), para muchos de los problemas ocasionados por la pérdida de dientes.
Los pacientes que llevan prótesis sobre implantes dentales dicen que han mejorado su calidad de vida porque:
Otra ventaja adicional muy importante, es que los implantes dentales pueden reducir o eliminar la atrofia de los maxilares (“pérdida progresiva de hueso”), que acompaña siempre a la pérdida de los dientes naturales.
Los implantes dentales han supuesto una verdadera revolución en la odontología, permitiendo solucionar de una forma segura y efectiva muchos de los problemas causados por la pérdida de los dientes. Los implantes pueden cambiar la sonrisa y la vida de millones de personas que han perdido uno, varios o todos sus dientes.